Dejamos este año tan surrealista atrás. Durante este tiempo hemos sufrido grandes cambios, pero también hemos aprendido. Hemos aprendido a valorar las cosas buenas de la vida, que a veces son las que nos parecían más pequeñas e insignificantes.
Justo un año antes de que esta pandemia entrase de lleno en nuestras vidas, hicimos una salida con nuestros chicos y chicas a un albergue en Manjirón. Lo pasamos en grande, distrutando del campo y de la compañía mutua. Más abajo podéis ver un vídeo que recoge muuuuy buenos momentos de ese viaje.
Ahora, mirando hacia atrás, y añorando esa felicidad, ponemos la vista en un futuro, que esperemos no sea muy lejano, en el que podamos compartir de nuevo esta experiencia con nuestra pequeña gran familia.